
Un riad familiar que celebra la artesanía marroquí y la cálida hospitalidad
En 1985, Lorraine y Hans llegaron a Tánger desde los Países Bajos con sus tres hijos, trayendo sueños de construir una nueva vida en Marruecos. Lo que comenzó como un negocio textil evolucionó en décadas de diversas empresas por toda la ciudad. A pesar de todo, Lorraine alimentó una visión especial: crear una casa de huéspedes que compartiera su amor por Tánger con el mundo. En 2015, ese sueño se hizo realidad con la apertura de Kasbah Rose.
La pasión de Lorraine por la hospitalidad y los espacios hermosos continúa dando forma a la experiencia de cada huésped, aportando calidez y autenticidad a Kasbah Rose.
Max lleva adelante el compromiso de la familia con una hospitalidad excepcional, asegurando que cada visitante sienta el espíritu único de nuestro hogar en Tánger.
Mohamed da la bienvenida cada mañana con una cálida hospitalidad marroquí, asegurándose de que los huéspedes tengan todo lo que necesitan para un día perfecto explorando Tánger. Su atención al detalle y su cuidado genuino hacen que cada huésped se sienta como en casa desde el amanecer hasta el atardecer.
Al caer la noche, Badr toma el relevo con su serena presencia y su atento servicio. Ya sea organizando recomendaciones para la cena o compartiendo historias de Tánger a la luz de la luna, su enfoque considerado asegura que cada noche en Kasbah Rose sea memorable.
En todo Kasbah Rose, descubrirá tesoros recopilados de los viajes internacionales de nuestra familia. Cada pieza refleja nuestro viaje y lo conecta con el mundo más allá de las costas de Marruecos.
Sumérgete en la verdadera cultura y hospitalidad marroquí
Comodidades contemporáneas en un entorno tradicional
Base perfecta para explorar el rico patrimonio de Tánger